La esporotricosis asociada a los gatos es una infección potencialmente grave, causada por el hongo Sporothrix brasiliensis, el cual se propaga a través de la mordedura o el rasguño de un gato infectado. Esta enfermedad se ve principalmente en Brasil, países vecinos y ya se han presentado casos en Chile.
Martes, 26 de Septiembre de 2023.
Las personas pueden contraer la esporotricosis asociada a los gatos a través de la mordedura o el rasguño de un gato infectado.
Algunas personas pueden contraer esta enfermedad luego de haber tenido contacto directo con líquidos de un gato infectado o de haber inhalado el hongo, generalmente después de que un gato con llagas evidentes en la cara sacude la cabeza.
La esporotricosis asociada a los gatos y causada por el S. brasiliensis se ha visto en Brasil, Argentina y Paraguay, pero puede también afectar a gatos que hayan viajado a esos países. Es así, como en Chile se han reportado de casos en felinos y además en una persona de la región de Valparaíso, contagiada por su gato.
También han aparecido casos presuntos en México, Colombia, Uruguay y Panamá.
Los síntomas incluyen:
Un bulto pequeño, sin dolor, que se forma entre 1 y 12 semanas después de que el hongo haya ingresado a través de una herida en la piel.
El bulto puede ser de color rojo, rosa o morado y generalmente aparece en el dedo, la mano o el brazo donde ocurrió el rasguño o la mordedura.
El bulto crecerá con el tiempo y puede asemejarse a una llaga o úlcera que tarda mucho en sanar.
Posteriormente, pueden aparecer otros bultos o llagas cerca del original.
La esporotricosis en los ojos es menos común.
Los síntomas pueden incluir el enrojecimiento de los ojos, enrojecimiento o inflamación de los párpados, dolor en los ojos y posibles cambios en la vista.
La esporotricosis en los pulmones es rara.
Los síntomas incluyen tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho y fiebre.
La esporotricosis diseminada
se produce cuando la infección se propaga a otra parte del cuerpo, como los huesos, las articulaciones o el sistema nervioso central. Esta forma de esporotricosis generalmente afecta a personas que tienen el sistema inmunitario debilitado.
Los gatos con esporotricosis a menudo tienen llagas en la cara, en especial alrededor de la nariz.
Estas llagas generalmente se forman a partir de heridas causadas en peleas con un gato infectado.
Los gatos también pueden transferir el hongo a sus garras y boca después de lamerse las heridas infectadas y al asearse.
Prevención:
Tenga especial cuidado cuando esté en contacto con gatos en países en que esté presente la enfermedad, en especial con aquellos que parezcan enfermos. Las mordeduras y rasguños de los gatos, como también sus líquidos, pueden propagar microbios, aun si la herida no parece profunda o grave.
No acaricie ni toque gatos desconocidos, especialmente aquellos callejeros y si llega a hacerlo, lave muy bien sus manos al llegar a casa, especialmente si tiene felinos en su hogar, ya que podría transmitirles la enfermedad.
Tenga cuidado con los animales que no conozca bien, y sea cauteloso cuando se acerque a los gatos.
Limite el contacto entre los gatos domésticos y los gatos salvajes.
Diagnóstico:
La esporotricosis a veces se puede diagnosticar tomando una muestra con un bastoncito de algodón (hisopo) o raspado de la llaga en la piel y observándola bajo un microscopio. Sin embargo, su proveedor de atención médica quizás necesite tomar una pequeña muestra de tejido (biopsia) de la parte del cuerpo infectada.
La muestra será enviada a un laboratorio para hacerle pruebas (generalmente un cultivo de hongos) para averiguar qué está causando la infección.
También se pueden usar análisis de sangre para ayudar a diagnosticar la esporotricosis grave, pero en general no se pueden utilizar para diagnosticar una infección de la piel.
Si cree que usted o su mascota podría tener esporotricosis, acuda a un centro de salud o llame a Salud Responde al 600 360 7777.
Tratamiento:
La mayoría de los casos de esporotricosis afectan la piel o los tejidos debajo de la piel. Estas infecciones deben ser tratadas con un medicamento antimicótico (contra hongos) recetado, durante varios meses.
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