FELIPE BERRÍOS DISPUESTO A RENUNCIAR A LOS JESUITAS PARA VOLVER A LA CHIMBA

Informó a sus cercanos que dejará la congregación en la que ha estado involucrado durante 42 años. Cómo se ha llevado a cabo el procedimiento normativo sobre él y las medidas cautelares para mantenerlo en Santiago serían las razones de su decisión.

En 1977, tenía solo 21 años cuando ingresó a la Compañía de Jesús, una congregación con la que estaba familiarizado. Su etapa escolar fue en el Colegio San Ignacio, la "cuna" de los jesuitas en el área metropolitana. Sin embargo, la relación de 42 años está llegando a su fin.

Felipe Berríos del Solar (65) ha pasado casi toda su vida en la Compañía de Jesús, que lo ordenó sacerdote en 1989. El camino ha sido largo y lleno de sobresaltos -como todo lo demás-, pero el quiebre definitivo comenzó el 1 de mayo, el día en que le comunicaron que estaba en marcha una investigación normativa por su denuncia de abuso sexual.

Si ya el hecho de que Gabriel Roblero, provincial de la compañía, ordenara que se abra una investigación, era una mala noticia para él, -dicen sus cercanos- lo que más le molesta es que tenga que salir de su casa en el campamento Luz Divina en el sector de La Chimba de Antofagasta.

Tras ser informado de que se abría una investigación normativa en su contra, Berríos tuvo que abandonar casi de inmediato su casa en el norte del país, pues se implementaron tres precauciones: suspensión de sus actividades sacerdotales, no trabajo con menores y trasladarse a Santiago.

Cinco meses después de salir de la zona de Antofagasta, Berríos le dijo a su entorno que había tomado una decisión. Quiere regresar, irse de Santiago, como en 2015, para vivir en la toma a trabajar con sus pobladores.

Con el fin de levantar las "restricciones" sobre él, analizaron diferentes escenarios con las personas que los rodeaban. Uno de ellos fue una solicitud formal de liberación de la congregación de su estancia en Santiago. Sin embargo, al ver que esa posibilidad se desvanecía, el sacerdote tomó la decisión de renunciar.

Su círculo más íntimo ya sabe de sus planes, ya que la decisión está tomada: renunciar a 42 años como miembro de la congregación y así volver a La Chimba.