Una increíble experiencia vivieron las y los estudiantes de tres escuelas de la región tras la aplicación de la iniciativa ‘Pequeños astronautas al espacio’ que tres educadoras crearon tras participar en proyecto que busca transferir herramientas innovadoras a educadores de toda la región, y que es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R), del Gobierno Regional de Antofagasta.
Se trata del denominado proyecto Ckelar, que en aymara significa ‘fuego, energía’ y que fue presentado en 2018 al Consejo Regional por el programa de ciencia y robótica ViLTI SeMANN con el fin de transferir herramientas a más de 70 profesores, profesoras y educadoras de párvulos de diferentes establecimientos educacionales municipales de la región, modificando así sus prácticas pedagógicas para desarrollar habilidades científicas e impactar a más de 3.200 estudiantes con su innovadora metodología.
En la práctica, consistió en 11 mentorías traducidas en 376 horas donde las y los participantes aprendieron de voz de expertos y expertas de Chile y México, herramientas en psicología positiva, innovación en el aula, gamificación, TIC’s, neurociencia, indagación científica, Aprendizaje Basado en Problemas, entre otros, que les permitieron construir sus propias iniciativas innovadoras en educación para aplicarlos posteriormente en el aula.
De hecho, esta etapa es la última en estos dos años que duró el proyecto, donde las y los docentes pueden aplicar todo lo aprendido generando una iniciativa que, además, contribuye con el quehacer educativo del establecimiento y con el desarrollo de las y los estudiantes que son parte de experiencias innovadoras en la sala de clases.
Isabel Araneda, educadora del Complejo Educacional Toconao, contó emocionada que “nuestras misiones espaciales han despertado la curiosidad en los párvulos por conocer el universo mediante la exploración, observación y uso de TIC’s”, y agregando también que “los niños y niñas han logrado aprendizajes significativos de manera entretenida, ampliando su vocabulario científico”.
Araneda además dijo que “ser parte del Proyecto Ckelar ha sido una experiencia de real aprendizaje“, añadiendo que “me siento afortunada de haber participado de clases con profesores y profesoras de alta calidad, que nos brindaron el cuestionarnos y atrevernos a innovar para efectuar prácticas donde las niñas y niños puedan fortalecer su propio aprendizaje”.
A su vez Soledad Tapia, educadora de la Escuela Especial de Lenguaje Nazareth de Antofagasta, explicó que “la respuesta fue excelente, estuvieron muy motivados y participativos, además de enganchar para volver a la modalidad presencial, porque el proyecto fue como un plus para incentivar el retorno a clases, lo cual se vio reflejado en una buena asistencia”. Incluso relata que “se incluyó a los apoderados también en la creación y ayuda de materiales, como los cascos o el sistema solar, demostrando gran compromiso”.
Tapia también explicó que “cada una de las mentorías fue de gran aporte para mi formación y las pude aplicar en este proyecto, pero sin duda la de Gamificación fue con la que más trabajé y ocupé, y con la cual pudimos realizar una verdadera innovación educativa, ya que los niños y las niñas interactuaron con la realidad 3D empleando simulaciones interactivas que, al parecer, nunca habían ocupado”.
El programa ViLTI SeMANN tiene 8 años de vida, pertenece a la UCN y es financiado por la empresa SQM, trabajando con 120 estudiantes de Tocopilla, María Elena y Quillagua, en el desarrollo de habilidades científicas y blandas a partir de la expermentación científica, la programación y la robótica educativa.
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