La reforma busca modernizar el sistema actual, aumentar la cotización individual en un 6%, y cerrar la brecha de pensiones entre géneros. Además, incluye medidas para mejorar la competencia entre administradoras de fondos y ajustar la Pensión Garantizada Universal para apoyar a los más vulnerables.
La reforma del sistema de pensiones en Chile ha dado un importante paso adelante tras la aprobación del informe final por parte de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado. Después de una extensa jornada de deliberación, el proyecto de reforma se traslada ahora a la Comisión de Hacienda, donde continuará su tramitación legislativa. Se anticipa que la votación se llevará a cabo en la sala del Senado este próximo jueves, una vez que el proyecto sea analizado por dicha comisión.
Durante la discusión en la Comisión de Trabajo, se vivieron momentos de tensión, sin embargo, los senadores lograron despachar la reforma, lo que representa un avance crucial para transformar el actual sistema de pensiones en el país. La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, y el presidente de la comisión, senador Juan Antonio Coloma, expresaron su satisfacción por el progreso alcanzado, aunque el ambiente fue más sobrio en comparación con la celebración que se vivió durante la aprobación de la idea de legislar la reforma la semana pasada.
Uno de los aspectos destacados en esta sesión fue la propuesta de licitación del stock de afiliados, diseñada para fomentar la competencia entre las administradoras de fondos de pensiones. Este mecanismo se espera que genere una presión competitiva a la baja, beneficiando así a los afiliados y facilitando la entrada de nuevos actores al mercado.
El senador Coloma enfatizó la importancia de la reforma, señalando que el sistema de pensiones actual debe modernizarse a medida que la expectativa de vida aumenta. “Nadie se sorprende hoy en día de que la gente viva 80, 85 o 90 años. Es crucial adaptar nuestro sistema a esta realidad”, comentó. Laydy Gallegos, economista experta en pensiones, también resaltó la importancia del aumento del 6% en la cotización individual, argumentando que podría hacer una diferencia significativa en las pensiones futuras de los ciudadanos.
Un elemento esencial de esta reforma es la búsqueda de equidad de género en el sistema previsional. Actualmente, existe una brecha del 11% en las pensiones entre hombres y mujeres. El proyecto propone que, alcanzando la misma edad y con igual ahorro, las pensiones sean equivalentes, como un paso hacia la justicia histórica.
Adicionalmente, se plantean nuevas regulaciones para mejorar la competencia entre las administradoras de fondos, garantizando rentabilidades más altas para los afiliados a través de incentivos que promuevan el desempeño.
En cuanto a la Pensión Garantizada Universal (PGU), la Comisión aprobó un aumento gradual, alineado con la capacidad fiscal del país, buscando robustecer el sistema de pensiones y ofrecer un respaldo a los sectores más vulnerables.
El senador Coloma concluyó la sesión destacando la importancia de este proceso: “Ha sido un camino largo, pero absolutamente necesario. Este proyecto es un paso relevante para enfrentar los desafíos del sistema previsional chileno”.
El avance de la reforma se someterá a análisis en la Comisión de Hacienda los días martes y miércoles, con la esperada votación final en la sala del Senado el jueves. De ser aprobada, la iniciativa pasará a la Cámara de Diputados el viernes, donde se iniciará su discusión final.
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